Una nueva Revolución Industrial está en curso: 4.0

Por: Prof. Dr. Carlos Eduardo Daly Gimón

El desarrollo tecnológico es el factor que transforma los sistemas económicos, y le marca orientaciones novedosas en la búsqueda de una mayor eficiencia y competitividad.

Hoy en día, la industria manufacturera inteligente está al frente de una serie de profundas transformaciones que permiten caracterizarla como un salto importante en la dinámica evolutiva de la industrialización hasta ahora conocida.

Las nuevas tecnologías son, en ese sentido, las protagonistas de una utilización creciente y diversificada de una intensa comunicación entre los diferentes objetos y recursos que conforman la actividad empresarial.

Precisa, no obstante, Klaus Swaab, fundador del Foro Davos, que "la cuarta revolución industrial, no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que están construidos sobre la infraestructura de la revolución digital (anterior)” [1].

Se trata, en fin de cuentas, de alcanzar la meta de enlazar a trabajadores, máquinas, productos y clientes, mediante   tecnologías para llegar a una conectividad en tiempo real de las diferentes fases del proceso productivo. 

Esas tecnologías cada vez más innovadoras y sofisticadas, pueden agruparse de la siguiente manera:
  • Internet of Things (IoT), la internet de las cosas [2].
  • Las impresoras 3D, que conducen a nuevas y mejores tecnologías de producción.
  • La realidad aumentada (RA), destinada a ampliar el mantenimiento del equipamiento industrial.
  • Robots colaborativos, también llamados cobots[3], que permiten mejorar la productividad y la seguridad de los trabajadores.
  • Los sistemas ciberfísicos (SCP), para mejorar la velocidad y seguridad en los ambientes laborales.  
  • La Big Data industrial, concebida para elevar la eficiencia de las unidades productivas  y proponer nuevos servicios.
  • La simulación de fábricas virtuales,  cuya finalidad es el mejoramiento del diseño y los flujos de ingeniería.
Así, la industrialización 4.0 se inscribe en la perspectiva de agilizar la toma de decisiones, responder a las dificultades diarias que afectan las actividades operativas,  a fin de tener soluciones rápidas y efectivas para corregir las situaciones presentes.

Es, en fin de cuentas, una manera distinta de informatizar a las empresas.

Los objetivos de estas unidades productivas intensamente conectadas pueden resumirse de esta manera son:
  1. Una capacidad de adaptación constante a la demanda.
  2. Servir al cliente de una forma más personalizada.
  3. Aportar un servicio post venta uno a uno con el cliente.
  4. Diseñar, producir y vender productos en menos tiempo.
  5. Añadir servicios a los productos físicos.
  6. Crear series de producción más cortas y rentables.
  7. Aprovechar la información para su análisis desde múltiples canales (CMS, SCM, CRM, FCM, HRM, Help desk, redes sociales, IoT)  donde ser capaces de analizarla y explotarla en tiempo real [4].
¿Porqué 4.0?

Es, más que todo una referencia histórica.

La primera revolución industrial ocurrió entre 1760 y 1830, y  se caracterizó por una mecanización de la producción manufacturera (máquina de vapor) para así superar los procedimientos manuales vigentes hasta  principios del siglo XIX. 

Una segunda gran transformación de los sistema fabriles se verifica con la introducción de nuevas fuentes de energía como el petróleo, electricidad y otros, la innovación en los materiales, los medios de transporte y de comunicación, y, consecuentemente, la fabricación en masa de una variedad de productos industriales desde 1870 en adelante. 

La tercera etapa se materializa en el siglo XX con la llegada de la electrónica, el desarrollo de las tecnologías de la información y el impulso extraordinario de las telecomunicaciones.

La Industria 4.0 se ubica en esa línea evolutiva, dónde  la automatización de los procesos juega un papel fundamental. El desarrollo tecnológico, como ha sido adelantado en párrafos precedentes, es un factor decisivo y preponderante. 

En pleno siglo XXI, la industria se vincula con los sistemas ciberfísicos, se asocia a la diversificación y profundización en el uso de la Red para fines industriales, y con un conjunto de actividades asociadas al cloud computing.

Afirma, en este sentido K. Schwaan: "Hay tres razones por las que las transformaciones actuales no representan una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la llegada de una distinta: la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas. 

La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes en la historia. Y está interfiriendo en casi todas las industrias de todos los países"[5].

Efectos de la Revolución 4.0

La fábrica inteligente introduce cambios inesperados, y a veces repletos de incertidumbre.

La eliminación de un número significativo de puestos de trabajo es una de las preocupaciones fundamentales. Estimaciones recientes registran quela cuarta revolución podría acabar con cinco millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo” [6].

Está claro que muchos de los puestos de trabajo están por definirse, perfiles laborales indeterminados en los que el operario tendrá que adaptarse a ambientes desconocidos; empresas que tienen que sintonizar con una alta capacidad de innovación y adaptabilidad, creatividad y velocidad en el manejo tecnológico. Son escenarios, o como se les denomina ahora, ecosistemas complejos, en los que hay batallar para acceder a los mercados.

También está “el darwinismo tecnológico”, “la disparidad en el acceso los sistemas automáticos”; “el uso ético, responsable, en la acumulación datos e informaciones”, “el control y la normatividad de los Estados”, entre otros.

La Revolución Industrial 4.0 trae importante dilemas para una nueva economía que ya muestra sus  riesgos y potencialidades.  



[1] Schwaan, K. “La cuarta revolución industrial”. Ediciones Debate. 2016.
[2] De acuerdo a la Unión internacional de telecomunicaciones, “El Internet de las Cosas ampliará en gran medida la huella digital. Dicha tecnología conectará no solo a personas, organizaciones y recursos de información, sino también a objetos dotados de capacidades de detección, procesamiento y comunicación de información digital. Esta infraestructura ubicua generará una ingente cantidad de datos, que podrá utilizarse para incrementar la eficiencia en términos de producción y distribución de bienes y servicios, y mejorar la vida de las personas de formas innovadoras”. Informe sobre la Medición de la Sociedad de la Información 2017 de la ITU. Tomado de Marjorie Delgado,El Internet de las cosas: una promesa para el desarrollo”.   Diario El País. Publicado el 03/07/2018. https://elpais.com/internacional/2018/07/03/america/153063  Consultado el 24/07/2018.
[3] Son robots diseñados para trabajar con seguridad, y a la vez interactuar con trabajadores en los talleres. En otros términos, puede trabajar con el operador en un ambiente de apoyo y  cooperación.
[4] ¿Qué es eso de la industria 4.0?. Tomado de https://papelesdeinteligencia.com/que-es-industria-4-0/  Consultado el 23/07/2018.
[5] Veáse Schwaan, K. “La cuarta revolución industrial”. Ediciones Debate. 2016.
[6] Valeria Perasso. “Qué es la cuarta revolución industrial (y por qué debería preocuparnos)”. Veáse https://www.bbc.com/mundo/noticias-37631834  del  12/10/2016. Consultada el 25/07/2018.

Comentarios