¿Para qué sirve la Soberanía Digital?

 ¿PARA QUE SIRVE LA SOBERANIA DIGITAL?

 

Soberanía y gobernanza digital | Question Digital 

Prof. Dr. Carlos Eduardo Daly Gimón

 

Desde hace unos cuantos años la soberanía tecnológica o soberanía digital[1] es un tema que interesa seriamente a gobiernos y ciudadanos del mundo entero, al punto de que se ha convertido en una de sus principales prioridades.

Dos enfoques fundamentales ocupan la atención de los responsables de liderar esos procesos.

El llamado Software Libre y sus aplicaciones, entendido como un concepto de evidente corte “ideológico” orientado más que todo a garantizar el acceso igualitario a las tecnologías, “satisfacer las necesidades del pueblo” (sic), y elevar la capacidad del Estado en cuanto a la disponibilidad de medios en el campo de las Tecnologías de la Información (TIC)[2].

Una perspectiva distinta, de marcada influencia liberal, aborda la soberanía digital como un asunto relativo a las conductas fiscales de las multinacionales tecnológicas (llamadas GAFAs), así como a su regularización en el uso corporativo de los datos (Big Data) que se derivan de las operaciones de los usuarios; y de sus consecuencias: la gobernanza digital.

Todo lo cual conduce a un plano de particular relevancia para la soberanía digital: cómo lidiar con las grandes corporaciones tecnológicas desde la perspectiva de los intereses públicos.

Para darle más contextualidad a esta problemática, nunca está demás recordar que se trata de un ambiente de negocios de magnitudes extraordinarias. Para muestra un botón: Market Research Report[3] estima que ese mercado alcanzará este año los 46.230 millones de $, y sus pronósticos a mediano plazo aseguran que pueden llegar a  los 190.610 millones de $ en 2025. Cifras realmente enormes; exorbitantes.

O cómo lo dijo Farhad Manjoo en un artículo publicado en la Web del New York Times (oct. 2017): “En la actualidad, la industria tecnológica es un patio de juegos para gigantes: mientras que hace diez o veinte años veíamos a las empresas nuevas como una fuente de maravillas futuras, hoy la energía y el impulso han dado un giro absoluto hacia los grandes. Además de la gran cantidad de plataformas que ya tienen, una o más de esas cinco empresas están en camino de poseer la inteligencia artificial, los asistentes de voz, la realidad virtual y la aumentada, la robótica, la automatización del hogar y todo lo genial y descabellado que regirá el mundo del mañana[4].

Y si lo vemos del lado de las ganancias, los datos no cesan de asombrar: con todo y la emergencia sanitaria por Covid-19, en el mes de abril del año que corre Facebook, Microsoft y Alphabet (Google) aumentaron sustancialmente sus ganancias pese a la caída de sus ingresos publicitarios. Así, Facebook prácticamente duplicó sus beneficios alcanzando los 4.902 millones de $, el beneficio neto de Microsoft de enero a marzo fue de 10.752 millones de $, y en el caso de Google 6.836 millones de $ [5]. Rendimientos que año tras año superan los ingresos totales de importantes naciones industrializadas, para no mencionar los países de menor desarrollo relativo que ni se acercan a semejantes números.

Es por ello que la noción de soberanía digital no solamente remite a las regulaciones nacionales sino que también tiene que ver con la propia configuración de la sociedad en los años por venir.

Hoy en día, por ejemplo, está claro que las Agencias Tributarias Nacionales tienen dificultades para inspeccionar y verificar las operaciones de las multinacionales tecnológicas. La supervisión sobre los activos intangibles y los datos, las medidas unilaterales por parte de determinados gobiernos o las complejas estructuras societarias son parte de un entramado normativo que, a todas luces, presenta limitaciones para su cabal cumplimiento.

La respuesta de los gobiernos ante tales desmanes, ha sido la aplicación de multas a los gigantes tecnológicos para así lograr una mayor efectividad en la fiscalización corporativa. Es, podría decirse, un intento por hacerlo de manera “justa y favorable al crecimiento”.

Se ha sancionado a Google por abuso de posición dominante en Android, a Apple Inc en el caso de las ventajas fiscales en Irlanda, a  Facebook por el uso indebido de datos en el manejo de Cambridge Analytica y a Microsoft en relación a las ventajas de su navegador de Internet Explorer, entre otras. Pero también ha habido penas por abuso ante las investigaciones antimonopolios, con relación al espionaje, y otras infracciones.

Pero esas cuantiosas multas tienen que venir acompañadas de otras acciones para alcanzar el equilibrio necesario con las compañías tecnológicas, y de esa manera atender a los objetivos de las instituciones públicas.

Es este el tratamiento adoptado en las líneas maestras respecto a la Inteligencia Artificial (IA) diseñado por la UE, lo que se ha llamado “la gobernanza sobre sus datos”[6].

Dos documentos contienen las líneas principales de este enfoque: La Estrategia Digital Europea y el Libro Blanco de Inteligencia Artificial.  El primero de ellos se refiere al “mercado único de datos”, en el otro se trata de caracterizar las opciones de política para el manejo de la Inteligencia Artificial (IA), y encarar los riesgos que acarrean el uso de las nuevas tecnologías.

En cuanto a la Estrategia Digital, la UE los sistematiza de esta manera: Disponibilidad de datos, desequilibrios en el poder del mercado, interoperabilidad y calidad de los datos, gobierno de los datos, infraestructura de datos y tecnología, potenciación de los individuos para que ejerzan sus derechos, habilidades y conocimientos de datos, y la ciberseguridad.

Sobre la base de estos preceptos, la UE  delimitará un marco de gobernanza que quedará fijado en el “Data Act de 2021”, y cuyo contenido está por puntualizar.

El segundo aspecto se centrará en “el fortalecimiento de las infraestructuras para el procesamiento y utilización de los datos”.

“El Plan de Acción de Educación Digital” para reforzar el acceso a los datos en tercer lugar, y, finalmente, el “marco analítico europeo para la medición de los flujos de datos”, cuya elaboración está prevista para el cuarto trimestre de 2021.

El Libro Blanco contiene a su vez dos aspectos centrales que se  desarrollarán bajo un “ecosistema de excelencia” y un “ecosistema de confianza”, que conducirán a un adecuado manejo de los riesgos asociados a la Inteligencia Artificial (IA).

Estos y otras acciones de política tecnológica tienen que traducirse, de acuerdo a sus objetivos, en una estructura de gobernanza europea de Inteligencia Artificial (IA), caracterizada por un marco de cooperación estrecho entre los Estados Miembros, y con una participación amplia de la sociedad civil en su conjunto.

En junio pasado, una nueva iniciativa de la UE vino a agregarse a la búsqueda de una “autonomía estratégica” en materia de soberanía digital: la plataforma GAIA-X, que significa no solamente el inicio del ecosistema europeo de datos mencionado más arriba, sino que contempla servicios alternativos de computación en la nube distintos a los ofrecidos por las multinacionales tecnológicas.

Esta iniciativa representa un significativo avance del Consejo de la Unión Europea por alcanzar un ventajoso posicionamiento en el marco de la soberanía digital; más allá de China y de los Estados Unidos.

Pero falta todavía mucho trecho por recorrer a menos de que, como han solicitado públicamente destacados académicos españoles, que se opte  por “ trocear a los gigantes tecnológicos” [7].

 

 



[1] Alex Haché define a la soberanía tecnológica como un conjunto de tecnologías que “ intentan crear alternativas a las tecnologías comerciales y/o militares…Se basan en software, hardware o licencias libres porque los usan o desarrollan ( a menudo coincidiendo ambas dinámicas), pero sus características van más allá de esta contribución”. Citado por Carlos molina Medrano, en “Software libre y soberanía tecnológica” en https://www.uls.edu.sv    Consultado el 18/08/2020.

[3] Veáse https://www.reportlinker.com, Media And Entertainment Industry 2020”, disponible en pdf. Consultado el 19/08/2020.

[4] “Cómo hacen los cinco gigantes tecnológicos para ganar siempre”.  Farhad Manjoo https://www.nytimes.com/es Consultado el 19/08/2020.

[5] Datos tomados de https://elpais.com/

[7] Cristina Galindo. ¿hay que trocear a los gigantes tecnológicos?”  https://elpais.com  06/10/2019.

 






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