Anotaciones sobre las G.A.F.A.M.

 

                                          Lista de los gigantes tecnológicos que lideran el desarrollo mundial de la  inteligencia artificial | Marca.com

 

Prof. Dr. Carlos Eduardo Daly Gimón

 

El recién elegido presidente de los Estados Unidos J. Biden escogió a un experto de primera línea en medios y tecnología, el profesor Tim-wu[1], autor del principio “neutralidad en la red” (2003), para ocuparse de uno de los asuntos más complejos de su gestión: una política de estado para manejar las G.A.F.A.M[2].

La Unión Europea y otras naciones también se interesan seriamente sobre el tema.

Porque en materia de estrategias globales y control de la propaganda en Internet, el Estado Nacional tiene que diseñar, a corto plazo, un conjunto de acciones que permitan fijar límites y pautas al comportamiento de los gigantes tecnológicos, cuyas dimensiones se han vuelto verdaderamente inimaginables.

Cuál es problema de fondo? cabe bien preguntarse.

Dice Wu, “se pensaba que cuando la humanidad se pudiera comunicar se superarían las diferencias, pero quisimos tenerlo todo y fuimos ciegos ante el corazón capitalista de la empresa[3]. El paso siguiente fue la fuerza de la publicidad que penetró todo el entramado corporativo de las grandes tecnológicas hasta convertirlo en su leit motiv, es decir, la razón de su crecimiento y diversificación.

Y agrega, “no hicimos un buen trabajo a la hora de frenar la concentración empresarial y la desigualdad”, por lo que habrá que fragmentar a los cinco grandes ( Amazon, Facebook, Apple, Google y Microsof) e impulsar una legislación antimonopolio; esa parece que será su tarea como Asesor Especial del Consejo Económico Nacional del gobierno estadounidense.

Las grandes tecnológicas, para verlas en su verdadera perspectiva, superan a muchas de las más importantes economías occidentales. Google, es actualmente el buscador de más de la mitad de todo el planeta, con una cobertura de más de 4.000 millones de usuarios en el mundo entero. Amazon, es el centro del comercio on line a escala planetaria. Facebook es, prácticamente, la nación más poblada de la tierra con más de 2.500 millones de suscriptores. Apple es el líder incuestionable de la tecnología digital, y Microsof, que es una de las empresas de software más grandes del mundo y una de las mejor valoradas del mercado[4]. Todas ellas norteamericanas, pero no son las únicas. En esa privilegiada lista también tienen que estar Alibaba Group (China), Tencent Holding Limited (China), y, desde luego Samsung Corporate (Corea del Sur), e incluso candidatos a incorporarse en un futuro no muy lejano como SoftBank Corp. o Uber Tecnologies Inc.

Son corporaciones que abarcan, además, una gama amplísima de actividades y sectores entre los que se pueden mencionar los automóviles autónomos, la inteligencia artificial, el desarrollo de la medicina, la ingeniería aeroespacial, bancos, los servicios de internet en la nube, e incluso abarcan hasta el negocio de los vídeos, películas, series y los videojuegos, entre otros.   

Sus ingresos sustanciales provienen de la publicidad, de sus productos y servicios, y todas comparten la necesidad de crecer y, ciertamente, de aumentar su capitalización bursátil, y de fortalecer su diversificación.

Las ganancias de las G.A.F.A.M son realmente extraordinarias.

Según Economía 3/EFE, los beneficios de Facebook el año pasado se elevaron a la cantidad de 29.246 millones de $, con un aumento de 58% con respecto a 2019. Las utilidades de Microsof se incrementaron en más de un 32% en 2020. Por los lados de Apple, los datos la aproximan a 31.830 millones de $. Amazon duplicó sus beneficios en 2020, y alcanzó la cantidad de 21.331 millones de $, en razón del gran impulso de las compras por internet debido a la pandemia del covid-19.

Los gigantes tecnológicos gozan pues de una serie de prerrogativas, de posiciones de dominio que plantean a los Estados adoptar medidas y regulaciones que les permitan controlar sus enormes ventajas comerciales y financieras.

En Estados Unidos, la Cámara de Representantes del Congreso publicó en octubre pasado un extenso informe sobre los parámetros adecuados para actualizar su Ley de Competencia.

Google ha argumentado que ellos “compiten en forma limpia en una industria cambiante y altamente competitiva”, Amazon dijo que estos planteamientos “podrían dejar fuera de las tiendas en línea a millones de comerciantes independientes”, Apple rechazó el informe del Congreso con la premisa de que “los desarrolladores han sido los principales beneficiarios de este ecosistema” y Facebook terminó considerando que “las adquisiciones forman parte de todas las industrias y una vía a través de la cual innovamos con nuevas tecnologías para ofrecer mayor valor a las personas”[5].

Posteriormente, en diciembre de 2020, el Dpto. de Justicia de los Estados Unidos demandó a Google por situaciones de abuso en la búsqueda on line y en la publicidad en Internet, lo cual tomará su tiempo junto a las consabidas luchas partidistas en el Congreso, pero, hay que reconocerlo, es un primer paso en firme sobre los temas antimonopolio en la potencia del norte.

La Unión Europea, por su parte, ha tomado acciones más directas y efectivas. Por un lado, ha aplicado multas cuantiosas que ha dispuesto desde hace varios años contra las corporaciones tecnológicas. En 2017, la autoridad en materia de competencia sancionó a Google con US$ 2.700 por favorecer en su buscador a sus propios negocios en perjuicio de sus competidores. En 2018, otra multa de la Unión Europea se elevó hasta los US$5.000 millones por favorecer su buscador de nuevo, y alcanzar así beneficios determinados.

Vale igualmente citar el caso de los impuestos digitales aplicados por Francia, también conocido como la tasa Gafa en 2019, y que generó un enrarecimiento de las relaciones del país galo con Norteamérica.

Pero los dirigentes europeos quieren ir más allá, y han diseñado dos grupos de normas aplicables en este caso. Las disposiciones agrupadas en la Ley de Mercados Digitales que prevé multas que podrían llegar hasta el 10% de la facturación total de las “Big Tech”, y un segundo tipo de normas recogidas en el proyecto de Ley de Servicios Digitales, en la que se les exige un mayor compromiso con los contenidos ilegales de sus plataformas, hechos u actuaciones que afecten los derechos fundamentales, y todas las manipulaciones que puedan alterar ciertas elecciones, o, si fuere el caso, que tengan algún impacto sobre la salud pública, por mencionar sólo algunas.

Avanzar con consistencia en el tema de la transparencia en los intereses públicos parece ser el punto sobre el cual los líderes europeos quieren afianzar su control sobre los gigantes tecnológicos.

En cualquier caso, la Ley de Servicios Digitales en la Unión Europea tiene todavía dos años para ser aprobada, por lo que como dice el dicho, “amanecerá y veremos”.  

El nombramiento de Wu abre muchas expectativas en el gobierno de J. Biden, no sólo por su evidente posición antimonopólica sino también por su defensa de la neutralidad de la red[6] y a la recuperación del internet libre a nivel federal.

Buena suerte, profesor.



[1] Autor de numerosos libros e investigaciones, en  “Comerciantes de atención. La lucha épica por entrar en nuestras cabezas”(2020) desarrolla el interés de las corporaciones por el acceso a la información  y la atención como producto fundamental para el mercado.

[2]  G.A.F.A.M es la abreviatura de Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsof, por lo que se le identifica como un acrónimo.

[3] Andrea Aguilar.” El negocio de controlar nuestras mentes”. https://elpais.com/cultura/2020-03-28/el-negocio-de-controlar-nuestras-mentes.html Consultado el 04/04/2021.

[4] Rodriguez-Rata, Alexis. “El enorme poder de las grandes tecnológicas crece aún más y llega a casi todos los sectores”. La Vanguardia. Barcelona. https://www.lavanguardia.com

 

[5] Veáse  “La ofensiva en Estados Unidos para desmembrar las grandes empresas tecnológicas acusadas de monopolio” 07/10/2020. https://www.bbc.com/mundo/noticias-54458049 Consultado el 05/04/2021.

[6] Conceptualmente, la neutralidad en la red es “el principio según el cual el tráfico de Internet debe ser tratado con igualdad, sin discriminación, restricción o interferencia independientemente de su remitente, destinatario, tipo o contenido, para que la libertad de elección de los usuarios de Internet no esté restringida por favorecer o desfavorecer la transmisión de tráfico de Internet asociado con determinado contenido, servicios, aplicaciones o aparatos. https://www.palermo.edu/cele/pdf/MODEL-NEUTRALITY.pdf

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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