FONDO ETICO O FONDO DEL VICIO?

                                                   

 

 FONDO ETICO O FONDO DEL VICIO?

 

Artículo de periódico en la sección de dinero del periódico The Guardian  "invertir fondos éticos vencer a los rivales tradicionales" 13 de junio de  2020 Londres Inglaterra Reino Unido Fotografía de stock - Alamy

 

        

 

 

 

 

 

 

 Prof. Dr. Carlos Eduardo Daly Gimón

                                                    

                                                         

 

El mercado de capitales contemporáneo le ofrece ambas opciones: los fondos sobre empresas que protegen el medio ambiente, los valores religiosos, la moral pública o los intereses ciudadanos, Fondos Éticos, entidades que crecen de manera sostenida en los últimos años y en los que la rentabilidad también está como objetivo importante para  los inversores pero no son la opción prioritaria, determinante, a la hora de colocar sus propios recursos en una empresa determinada. Europa pareciera darle más entrada en el universo de inversionistas bursátiles.

Pero también están los Fondos del Vicio- el USA Mutuals Vice Fund Investor (Vicex) es una referencia emblemática al respecto.

Son Fondos del Vicio porque las empresas seleccionadas para la cartera de inversionistas se dedican a sectores como la comida chatarra, las bebidas alcohólicas, el tabaco, los casinos o la venta de armas.

En este caso, se persigue atraer a inversionistas que tengan por finalidad obtener “mejores retornos a largo plazo que el índice S&P 500”, y que sean industrias con altas barreras de entrada.

Los Fondos del Vicio apuntan a compañías con preferencia por el pago de dividendos con flujo de caja positivo, y un nivel de endeudamiento conveniente y manejable. En los Estados Unidos se observa preferencia por este tipo de inversión.

Más allá de las tendencias presentes en los mercados, los tipos de inversión, según las inclinaciones personales y sociales, cada día se amplían y se diversifican.

Los Fondos Éticos ofrecen, según sean clasificados, la posibilidad de posicionarse en la Inversión Socialmente Responsable (SRI). Es una forma de abordar la inversión desde la ética, y, al mismo tiempo, tener un criterio propio e independiente a la hora de la toma de decisión en tanto que inversionista. Las opciones que ofrece la SRI son:

a)   Fondos de Inversión Socialmente Responsables, en los que se trata de evitar la colocación de recursos en industrias específicas como los juegos de azar, el alcohol y empresas afines.

b)  Fondos de Impacto, relacionados con prácticas ambientales y/o sociales, es decir, el criterio de inversión se adopta según las prácticas de las empresas en las que se invierten.

c)   Fondos de Fé, que suponen una identificación entre las creencias religiosas del inversionista y las de la empresa seleccionada como destino de la inversión.

Incluso, algunos inversionistas llegan a posiciones solidarias en el sentido de destinar sus ganancias a obras caritativas de apoyo a las  comunidades. A este tipo de inversión se le suele llamar “comercio por caridad” y aunque no tienen una participación destacada en las operaciones bursátiles, se reconoce su existencia en los diferentes mercados de valores.

Los  Fondos Éticos atraen a inversionistas jóvenes motivados por la protección medioambiental y la problemática social, y según fuentes bancarias especializadas, se estima que más de 3.700 millones de euros ya se destinan a estos fines en España.

Un criterio más amplio en cuanto a los Fondos Éticos ocurre cuando se agrupan de acuerdo la categoría ASG (Ambiental, Social y Gobierno); y cuya enumeración puede enunciarse así:

·  El cuidado del medio ambiente.

·  El uso eficiente y responsable de los recursos naturales.

·  La integración de género y de raza en sus equipos.

·  El fomento de las políticas de riesgos laborales y recursos humanos.

·  La promoción de la conciliación.

·  El impulso de la igualdad en los consejos de administración.

·  El apoyo a proyectos de investigación con fines sociales.

·  La lucha contra la pobreza y el cambio climático[1].

Las pautas de funcionamiento de estos Fondos Éticos son:

i)    Pueden desempeñarse en operaciones de renta fija, variable, o mixta.

ii)  No es indispensable una inversión mínima como lo exigen la gran mayoría de los otros Fondos.

iii)  Los parámetros de riesgo son iguales que para los demás inversionistas.

iv) Los expertos en operaciones bursátiles estiman como ideal para este tipo de inversión un lapso entre 3 y 5 años.

v) No hay diferencias con respecto a las demás entidades en cuanto a los impuestos se refiere. El pago de la plusvalía comienza a partir de los 6.000, para referir el caso de España, dónde se cancela desde un 19% hasta un máximo de 23% de impuestos sobre las ganancias.

Ciertamente, los Fondos Éticos traen un impulso creciente en los mercados de valores y corredores de bolsa y expertos en la materia no dudan en asegurar que en los próximos años estaremos frente a un boom de las inversiones conscientes y sostenibles.

Pero hay de todo en la viña del señor.

El Vitium Global Fund (2002), derivado del  USA Mutuals ya mencionado, agrupa a un conjunto de actividades empresariales en las que están Philip Morris,  Lorillard, British American Tobacco y Altria. También  aparecen Lockheed Martin y Raytheon o cerveceras como Carlsberg A/S y Molson Coors.

Según Forbes, el Fondo del Vicio contabilizaba a  finales de 2020 “activos por casi 111,44 millones de dólares invertidos en 31 participaciones diferentes, entre medianas y grandes compañías”[2]. Sus rendimientos se vieron afectados por la pandemia y otras variables, por lo que el segundo semestre del 2020 registraron pérdidas de -2% aproximadamente.

En cualquier caso, si nos acogemos a las tendencias presentes en los mercados, no queda lugar a dudas de que “los inversores se están alejando, cada vez más, de aquellas empresas percibidas como menos éticas o responsables y se encaminan más hacia empresas que tengan en cuenta criterios sostenibles”[3].

Si ello ocurre en el corazón mismo de la economía de mercado, bien vale preguntarse, ¿será que una nueva ética capitalista se asoma en el horizonte?

Comentarios