Temas de actualidad.
"Capitalismo sin democracia".
Prof. Dr. Carlos Eduardo Daly Gimón
Según el INDICE DE DEMOCRACIA GLOBAL, uno de los indicadores más reconocidos a escala internacional, la democracia está en serio retroceso en los últimos años.
Los últimos datos publicados por la 'Unidad de Inteligencia' de la revista británica The Economist datan de 2022, y allí se da cuenta de un fenómeno realmente preocupante: de un total de 167 naciones que representan la muestra total desde que se inició esta medición(2006), el año pasado sólo 24 superaron la prueba y por tanto pueden considerarse <democracias plenas>, y en términos poblacionales representan sólo un 8% de la población mundial.
Más allá de los matices y escalas que puedan presentarse en la cuantificación de los diferentes regímenes, el punto es que en 2023 alrededor del 37% de los países viven bajo sistemas políticos autoritarios, es decir, 59 de los 167 países que fueron evaluados bajo la metodología de The Economist(tomado de https://es.statista.com).
Son 5 las categorías fundamentales para determinar si un sistema político es o no democrático: procesos electorales y pluralismo político, funcionamiento del gobierno y participación política, cultura política y libertades civiles.
Así las cosas, los indicadores elaborados por la revista británica indican que los países más democráticos son:
- Noruega, Islandia, Suecia, Finlandia y Dinamarca.
- Le siguen Nueva Zelanda, Canadá, Irlanda y Australia.
- Uruguay y Costa Rica, que son las únicas democracias plenas de América Latina.
- Corea del Sur, Taiwán y Japón, que son las democracias más consolidadas de Asia.
Cabe entonces preguntarse si estos países se corresponden con sistemas económicos de mercado, es decir, capitalista, o se trata más bien de países con un claro predominio del Estado sobre la economía, y por tanto son regímenes dónde el esquema socialista de gobierno prevalece de manera determinante.
Del listado que acabamos de referir, probablemente el caso de los países de europa del norte sean los que tienen políticas públicas abiertamente inclinadas hacia el bienestar social de la población, pero no puede afirmarse que el sistema económico esté dominado por el Estado, muy por el contrario, Noruega, Suecia y Finlandia son economías de mercado con amplia participación en el sistema económico globalizado y, también, en la comunidad democrática de las naciones.
De lo cual se puede concluir que en las naciones más democráticas predomina la economía capitalista.
Pero, al mismo tiempo, hay dos rasgos que nos interesa resaltar, y que se refiere a las naciones que han dejado de ser democráticas y que, además, pertenecen a sistemas económicos de corte estatal, o abiertamente socialista,
La lista de países menos democráticos son:
Yemen, Tayikistan, Guinea Ecuatorial, Laos, Turkmenistan, Chad, Siria, República Centroamericana, República Democrática del Congo, Corea del Norte.
De este listado se desprende claramente que se trata de países pobres de escaso desarrollo económico y que varios de ellos se encuentran inmersos en conflictos militares o en guerras internas, y, además adolecen de instituciones democráticas sólidas que puedan garantizar el funcionamiento equilibrado del gobierno, y de los derechos ciudadanos.
Existe, en igual sentido, naciones muy poderosas en el escenario internacional, que si bien se han incorporado al sistema de economía capitalista y que, sin embargo, no han adoptado prácticas democráticas de ejercicio del poder, muy por el contrario, se han incorporado a la lista de naciones menos democráticas, y sus líderes permaneces largos períodos al frente del Estado sin dejar abierta la posibilidad de ser reemplazados por medio de elecciones libres y democráticas.
Rusia y China son ejemplos evidentes de países dónde sus dirigentes llevan más de una década gobernando sin dar muestra, muy por el contrario, de someterse al escrutinio popular para evaluar su gestión. Pero no son los únicos.
Están también Afganistán, Arabia Saudita, Irán, Mali, Etiopía, y otros, y en América Latina pueden mencionarse varios países de corte manifiestamente autoritarios aunque ligados a ideologías populistas o identificados con regímenes predominantemente estatales como Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Queda así evidenciado que cada país define el sistema económico de su preferencia en razón de sus tradiciones, historia, resultados y prioridades, pero lo que no resulta aceptable desde ningún punto de vista es utilizar todos lo medios políticos disponibles para hacerse con el poder y someter a los pueblos al capricho de personajes autoritarios y muchas veces mediocres, que sólo tienen por objetivo gobernar por encima de la ley y de los valores democráticos.
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